El tráfico de drogas en redes sociales se dispara un 793% este verano



El comercio de sustancias ilícitas a través de plataformas digitales alcanzó cifras récord este verano, una temporada en la que aumenta el consumo de drogas recreativas. Aplicaciones de mensajería y redes sociales han facilitado la compra y venta de estas sustancias, convirtiéndose en una "esquina virtual" difícil de fiscalizar.

El uso de plataformas diseñadas originalmente para la socialización ha evolucionado hasta convertirse en canales para el microtráfico. A través de símbolos y códigos, los vendedores ofrecen sustancias ilícitas a potenciales consumidores, quienes en cuestión de segundos pueden coordinar una transacción. Si bien la compra puede iniciarse en una aplicación, muchas veces la conversación migra a otros medios para concretar la entrega.

Las autoridades han identificado un crecimiento significativo en esta modalidad de tráfico. En los últimos cinco años, las plataformas digitales han sido un medio clave para estas transacciones, y la tendencia sigue en aumento. La dificultad para detectar y perseguir estos delitos ha llevado a una mayor preocupación por parte de los organismos de seguridad, que han centrado esfuerzos en analizar el fenómeno.

El verano es la temporada con mayor actividad en este tipo de comercio, debido a factores como el tiempo libre, las fiestas y el desplazamiento de personas, lo que genera un incremento en la demanda de drogas recreativas. Comparado con años anteriores, el tráfico digital ha experimentado un aumento alarmante en la cantidad de droga incautada. Mientras que en el mismo período del año pasado se decomisaron poco más de seis kilos de droga, este año la cifra se multiplicó casi ocho veces, superando los 51 kilos.

Las cifras del microtráfico digital

Los estudios han identificado que las drogas más vendidas en estas plataformas son la marihuana, la cocaína base y el clorhidrato de cocaína. Entre ellas, el cannabis sativa lidera ampliamente el consumo, ya que es percibido como una sustancia de menor riesgo por parte de los consumidores. Le sigue el clorhidrato de cocaína, que es varias veces más caro que la cocaína base, una variante de menor calidad y más accesible. En los últimos años, también ha habido un incremento en la comercialización de drogas sintéticas como el éxtasis y la ketamina.

El volumen de drogas incautadas por tráfico digital ha crecido de forma sostenida. El año pasado se registraron más de un millón de gramos decomisados, con un aumento del 35% en comparación con el año anterior. En la última temporada estival, la tendencia se mantuvo, pero con un crecimiento mucho más drástico en las cantidades incautadas, incluso con menos procedimientos realizados.

El crecimiento más pronunciado se observó en el tráfico de cannabis sativa, con un aumento del 730% en la última temporada, superando el alza del 586% registrada el año anterior.

Una modalidad difícil de rastrear

Pese a su crecimiento, el tráfico de drogas en redes sociales aún no alcanza la magnitud del narcotráfico tradicional. Solo una fracción de los procedimientos de incautación corresponde a este tipo de transacciones, debido a que las organizaciones criminales de mayor envergadura aún no han masificado el uso de estas plataformas para la distribución. Sin embargo, la tendencia al alza sugiere que este método de venta podría seguir expandiéndose.

A diferencia del tráfico convencional, donde la vigilancia facilita la detección de vendedores y compradores, el comercio digital plantea un desafío adicional para las autoridades. La movilidad de los involucrados y la falta de patrones claros dificultan el rastreo.

Uno de los métodos para combatir este fenómeno es la infiltración de agentes encubiertos, quienes pueden contactar a los vendedores bajo identidades falsas para realizar compras controladas. Sin embargo, esta técnica solo se emplea cuando existen antecedentes sólidos que justifiquen su uso, ya que requiere autorización judicial y debe respetar principios legales fundamentales.

Los compradores y vendedores perciben este tipo de tráfico como una alternativa más segura, ya que reduce la exposición física y permite coordinar las transacciones en lugares concurridos, como plazas o centros comerciales. En regiones con menor densidad poblacional, esta modalidad es aún más popular, pues facilita la distribución sin atraer la atención de las autoridades.

Otro aspecto distintivo del tráfico digital es el perfil de quienes participan en él. A diferencia del narcotráfico convencional, donde los involucrados suelen tener antecedentes penales, en este caso, más del 80% de los detenidos en los últimos años no registraban historial delictual previo. Aunque las bandas criminales han mostrado un creciente interés en este mercado, su presencia aún no es predominante.

Frente a esta realidad, las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para denunciar este tipo de actividades y proporcionar información que ayude a combatir la expansión del narcotráfico digital. Existen canales habilitados para recibir denuncias de manera anónima, con el objetivo de reducir el impacto de esta práctica y frenar su crecimiento.


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