Vecinos de Calle Bolivia Reclaman por Exceso de Velocidad y Falta de Fiscalización
En la tranquila comuna de San Pablo, la creciente preocupación de los vecinos de Calle Bolivia por el exceso de velocidad de camiones tolva y lecheros ha tomado fuerza en los últimos días. Con el aumento del flujo vehicular tras el cierre temporal de Calle Paglieta, los residentes han señalado que la situación se ha vuelto insostenible, ya que los camiones que transitan por la vía lo hacen a alta velocidad, generando ruidos molestos durante todo el día y creando un constante peligro de accidentes.
A lo largo de la jornada, desde tempranas horas de la mañana, los camiones que circulan por la calle Bolívia generan un estruendo por su velocidad. Este ruido, sumado a las altas velocidades, ha alterado la tranquilidad del vecindario, afectando la calidad de vida de los habitantes. Los vecinos han manifestado que es imposible descansar debido a la constante vibración de los vehículos y el estruendo de los motores, lo que también aumenta el temor por posibles accidentes.
La situación ha sido particularmente crítica dado que la Calle Bolivia ha pasado a ser la principal vía de salida de la comuna de San Pablo debido al cierre temporal de Calle Paglieta, lo que ha incrementado significativamente el tránsito. Los residentes denuncian que, a pesar del aumento de vehículos, las medidas de tránsito dispuestas por las autoridades no se están cumpliendo correctamente. El mal estacionamiento en zonas prohibidas y la falta de respeto por la velocidad mínima en zonas urbanas son algunos de los problemas más frecuentes que los vecinos enfrentan.
Los vecinos han solicitado de manera urgente la instalación de lomos de toro u otros dispositivos que logren reducir la velocidad de los camiones y evitar la peligrosa circulación a altas horas del día. Creen que estas medidas, junto con una mayor fiscalización, podrían ser la clave para resolver la problemática y mejorar la seguridad en la zona.
El reclamo de los residentes de Calle Bolivia ha sido claro: buscan que las autoridades tomen en cuenta sus preocupaciones y evalúen alternativas para mitigar el riesgo de accidentes y mejorar la calidad de vida en su vecindario. La esperanza de los vecinos es que sus voces sean escuchadas y que se tomen decisiones para asegurar una circulación más segura y tranquila en esta arteria que conecta a San Pablo con otras localidades.