Lecciones del fracaso: Emprendedores chilenos cuentan cómo reinventarse tras caer
Perseverancia, pasión y capacidad de adaptación son clave para alcanzar el éxito en el mundo del emprendimiento.
Por Natalia Munar | 19 de febrero de 2025 | Portal Pyme
Carlos Aravena (Poliglota) creía en el aprendizaje de idiomas en un ambiente social y relajado. Jaime Torres (UNK) vio una oportunidad en la automatización de temperatura para la industria alimentaria. Francisco González (Regalariza) buscó transformar la cobranza y ayudar a las personas a salir de sus deudas. Aunque cada uno tomó un camino diferente, todos tuvieron que fracasar antes de encontrar el éxito.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), solo el 48.7% de las micro, pequeñas y medianas empresas en Chile sobreviven más de cinco años. En este contexto, el emprendimiento es un desafío constante. Pero, ¿qué distingue a quienes logran superar los obstáculos de aquellos que abandonan?
Reinventarse para sobrevivir
Carlos Aravena, fundador de Poliglota, vio cómo la pandemia hizo desaparecer su modelo de enseñanza presencial en cafés y bares. “Nos enfrentamos a la posibilidad real de desaparecer”, recuerda. En lugar de rendirse, su equipo transformó Poliglota en una EdTech, apostando por la enseñanza digital.
El cambio no fue fácil, pero con el tiempo, descubrieron que podían llegar a más personas y expandir su impacto. “Lo que parecía una crisis insuperable terminó siendo nuestra gran oportunidad”, dice Aravena. Hoy, Poliglota ha escalado su negocio a más de 50.000 estudiantes en distintos países.
Fracasar sin perder el entusiasmo
Para Jaime Torres, CEO de UNK, el emprendimiento es “un camino de ensayo y error constante”. Su empresa desarrolla tecnología para la gestión de temperatura en la industria alimentaria, pero sus primeros intentos fueron un desastre.
“Los dispositivos que instalamos en McDonald’s funcionaron solo cinco días y luego dejaron de transmitir datos. Fue un fracaso total”, recuerda. Sin embargo, en lugar de rendirse, se presentó nuevamente ante el cliente con una versión mejorada. Para su sorpresa, no solo le dieron otra oportunidad, sino que además le pagaron por el servicio. “El 99% de las veces fallas, pero el 1% de éxito lo cambia todo”, asegura.
Cerrar un negocio para construir uno mejor
Francisco González, CEO de Regalariza, enfrentó uno de los fracasos más duros cuando tuvo que cerrar un emprendimiento anterior. Su intento de lanzar una plataforma B2B para contact centers no sobrevivió a la falta de financiamiento y al estallido social en Chile.
“Cerrar un negocio es una de las decisiones más difíciles para un emprendedor”, confiesa. Sin embargo, en lugar de abandonar, aprendió de la experiencia y creó Regalariza con un equipo sólido y una estrategia clara.
Hoy, su empresa opera en Chile, Perú y Colombia, ofreciendo soluciones digitales para regularizar deudas con descuentos exclusivos y educación financiera. “Si no hubiera fracasado antes, no habría construido este negocio con una base más sólida”, admite.
El fracaso no es el final
Para estos emprendedores, fracasar no significa rendirse, sino aprender y evolucionar. “Lo importante es adaptarse y seguir adelante. Lo que hoy parece un problema insuperable, en el futuro puede ser la mejor oportunidad”, concluye Aravena.
El éxito rara vez llega en el primer intento, pero cada obstáculo prepara el camino para lograrlo.