Bachelet reaparece para apoyar a candidatos de izquierda en medio de un complejo escenario electoral



En un gesto cargado de simbolismo político, la expresidenta Michelle Bachelet reapareció públicamente este fin de semana para participar en una reunión de coordinación con candidatos y candidatas de la centroizquierda de cara a las elecciones municipales y regionales de diciembre próximo. El encuentro, realizado en Santiago y bajo estricta reserva hasta último momento, reunió a figuras del Partido Socialista, el Frente Amplio, el Partido Comunista y otras fuerzas progresistas.

Bachelet, quien ha mantenido un perfil más bajo desde su salida del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, decidió involucrarse activamente en lo que ella misma calificó como “una tarea urgente por reconstruir la unidad del progresismo”. Durante su intervención, la exmandataria instó a los presentes a dejar de lado diferencias tácticas y priorizar la articulación de propuestas comunes en territorios clave.

“Lo que está en juego no es solo una elección, sino el tipo de país que queremos construir. Hay que recuperar la confianza de la ciudadanía y eso solo se logra trabajando unidos, con convicción y humildad”, señaló Bachelet, según fuentes que participaron en la cita.

Sin embargo, el escenario electoral no es favorable. Diversas encuestas —como la última entregada por Pulso Ciudadano y Criteria— muestran a los candidatos de izquierda en desventaja frente a opciones más conservadoras e independientes, sobre todo en zonas rurales y comunas populares donde la desconexión entre la política institucional y las necesidades cotidianas es más evidente.

De hecho, en varias comunas donde históricamente ganó la centroizquierda, las proyecciones apuntan a una fuerte competencia e incluso posibles derrotas, alimentadas por el desencanto social tras el estallido social de 2019, la fallida propuesta de nueva Constitución, y la falta de respuestas claras en materia de seguridad, empleo y salud.

Aun así, el bloque apuesta por la figura de Bachelet como un factor de cohesión y arrastre, sobre todo entre sectores moderados y votantes de mayor edad. “Ella representa la sensatez y la experiencia. Su presencia puede ayudar a movilizar a quienes se han alejado de la política pero que aún creen en los principios de justicia social”, comentó una dirigenta del PS que asistió a la reunión.

Desde el comando de varios candidatos de la izquierda ya se planifican actividades con la expresidenta en regiones estratégicas como Valparaíso, Ñuble y Los Lagos, donde se intentará revertir la tendencia negativa y mostrar un rostro más cercano, humano y comprometido con las realidades locales.

No obstante, analistas advierten que el apoyo de figuras históricas, si bien importante, no garantiza resultados si no va acompañado de una estrategia de campaña sólida, un relato común y una conexión real con las demandas ciudadanas.

“La unidad no se construye solo con fotos o con discursos, sino con coherencia y acciones concretas que respondan a las urgencias de la gente. Esa es la verdadera prueba que enfrentan hoy los sectores progresistas”, apuntó la politóloga Carolina Gutiérrez.

En un año marcado por la incertidumbre electoral y la fragmentación política, la reaparición de Bachelet puede ser una chispa para reanimar un proyecto político que, por ahora, sigue buscando reencontrarse con su electorado.


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