Proyecto de mejoramiento en calle Ramírez genera accidentes y pone en riesgo a peatones y conductores en Osorno
Lo que debería haber sido una obra en beneficio de los osorninos, ha terminado convirtiéndose en un peligro latente. El proyecto de mejoramiento de la calle Ramírez en Osorno ya ha sido escenario de dos accidentes automovilísticos, además de múltiples caídas de peatones, debido a la aplicación de un barniz sellador en los adoquines.
Un "resbalín" en plena vía pública
El barniz aplicado en la superficie de los adoquines ha generado un pavimento extremadamente resbaladizo, sobre todo en días de lluvia, lo que ha provocado que vehículos pierdan el control y peatones sufran caídas. Afortunadamente, hasta el momento no se han registrado víctimas fatales, pero el riesgo es evidente y ha causado alarma entre los vecinos y comerciantes del sector.
Uno de los accidentes más notorios ocurrió cuando un automóvil, al intentar frenar, deslizó varios metros antes de impactar contra otro vehículo estacionado. Testigos del hecho señalaron que la calzada parecía "una pista de hielo" y que el barniz aplicado es el principal responsable de esta situación.
Riesgos previos ya advertidos
El problema con este barniz no es nuevo. Desde su aplicación, en días de altas temperaturas, los vecinos y transeúntes reportaron que la superficie emanaba vapores que generaban irritación en las fosas nasales y dificultades respiratorias. Sin embargo, ahora el riesgo se ha trasladado a la seguridad vial y peatonal, convirtiendo la calle en un área peligrosa con la llegada de la temporada de lluvias.
Reacciones de las autoridades
El tema ha sido abordado en el Concejo Municipal, donde varios concejales han manifestado su preocupación por los incidentes y han cuestionado la idoneidad del material utilizado. Se espera que en los próximos días se tomen medidas concretas para revertir la situación y garantizar la seguridad de peatones y conductores.
Hasta el momento, no se ha informado si el municipio exigirá a la empresa responsable una solución inmediata, pero la presión ciudadana y los reclamos en redes sociales han ido en aumento. Los osorninos esperan respuestas y, sobre todo, una pronta solución para evitar que más personas resulten afectadas por un proyecto que, en lugar de mejorar la ciudad, ha traído más problemas que beneficios.